Problemática actual
Los mares y océanos se ven escandalosamente contaminados por los vertidos de todo tipo que realiza el hombre, especialmente los de residuos plásticos. Ello afecta la calidad del agua, el entorno y, sobretodo, la salud de los animales y plantas que los habitan.
Desgraciadamente debemos hablar de los altos niveles de contaminación que sufren nuestros mares y océanos. En muchos casos, éstos vienen dados por el indiscriminado vertido de materiales plásticos.
Todos ellos son altamente peligrosos para la fauna marina (peces, pájaros y otros animales), pues es sabido que muchos mueren por su ingesta o por acabar enredados en sus restos, (ver Foto nº1) . Además, este hecho perjudica al resto de la naturaleza, y también nuestro disfrute de la misma, porque contamina playas y zonas próximas a las costas.
Entre el 40 y el 60% de la basura que se encuentra y se retira de las playas es plástico (Green Plastics, E.S. Stevens. Princeton University Press, 2002) que en muchos casos proviene de vertidos no locales que las mareas y corrientes llevan a puntos muy alejados del lugar donde se ha realizado dicho vertido. Por supuesto, las bolas de golf normales forman parte de estos productos prohibidos, tanto las bolas de prácticas como las propias y reales de juego.
En la siguiente foto se puede ver la basura reunida tras dos horas de limpieza en una playa de Oahu, Hawaii (USA), en la que se recuperaron hasta 400 bolas de golf (Foto: Greenpeace, 2007).

Como se explica en el capítulo «IMO-Marpol-Anexo V», en la actualidad está prohibido cualquier tipo de vertido de productos plásticos al mar por su alto índice de contaminación. Esta prohibición viene regulada por el Anexo V del Tratado MARPOL, redactado y aprobado por la IMO (Organización Marítima Internacional).
En la actualidad, las bolas de golf están fabricadas de materiales plásticos que no son degradables, por lo que su nivel de contaminación, en caso de caer al mar, es muy alto. Su posible ingesta por los peces o otros animales marinos, podría llegar a provocar su muerte. Además, su nula degradación supondría una acumulación de basura en los fondos marinos. Debido a todo ello, el lanzamiento de bolas de golf a mares, ríos, pantanos y lagos (excepto en los de los campos de golf, donde estas se recuperan) está prohibido.

Todo lo citado anteriormente hace que la práctica de golf de forma real en según que lugares, como barcos, playas, y otros, esté muy restringida, a no ser que se practique golf de otras maneras en las que, o bien no se puede realizar el «swing» o bien debe practicarse dentro de una habitación interior frente a una pantalla simuladora, o bien que no se pueda ver la trayectoria de la bola una vez lanzada pues la bola cae al suelo al contactar con una red situada a unos 5 metros en frente del jugador.
Con ECOBIOBALL podemos practicar en estos entornos marinos, de forma 100% real, como lo podríamos hacer en un campo de prácticas (driving range) típico. Con ECOBIOBALL se puede ver y analizar toda la trayectoria real completa de la bola, hasta que ésta cae al mar, es decir, ver la altura, la distancia, el arco, el efecto y la dirección del lanzamiento.
Anexo V del Marpol
Las regulaciones para la prevención por contaminación desde los barcos están reguladas en el Anexo V del Tratado Marpol de la Organización Marítima Internacional (IMO).
El sector naval es quizás la más internacional de las industrias, estando presente en más del 90% del territorio mundial, transportando enormes cantidades de productos y bienes de manera efectiva, limpia y segura. Los propietarios y gestores de cada barco pueden estar presentes en varios países, y sus barcos invierten su vida útil moviéndose entre diferentes jurisdicciones, casi siempre lejos del país están registrados.
Por lo tanto, existe una necesidad de normas internacionales para regular todo ese movimiento de barcos alrededor del mundo, que puedan ser adoptadas y aceptadas por todos. Los primeros tratados marítimos datan del siglo XIX. El desastre del Titanic en 1912 impulsó el convenio internacional sobre la seguridad en el mar «SOLAS», siendo aún hoy día el tratado internacional más importante referido a la seguridad marítima.

La convención que estableció la Organización Marítima Internacional(IMO) fue adoptada en Ginebra en 1948 y tuvo su primera reunión en 1959. La función del IMO ha sido el desarrollo y el mantenimiento de una serie de regulaciones para el transporte marítimo y la navegación, y que hoy en día incluye como puntos base, la seguridad, las preocupaciones medioambientales, los temas legales, la cooperación técnica, la seguridad marina y la eficacia en la navegación. IMO es en la actualidad una agencia de la ONU, con 169 estados miembros y 3 miembros asociados.
Marpol es la mayor de las Convenciones Internacionales que regulan todos los temas referentes a la prevención de la polución marina por parte de los barcos, ya sea por acciones operativas a bordo o de manera accidental. Es la combinación de dos tratados adoptados en 1973 y 1978 respectivamente y actualizados por varias enmiendas a lo largo de los años.
La Convención Internacional para la Prevención de la Polución de los Barcos (MARPOL) fue adoptada el 2 de noviembre de 1973 en la IMO y cubría la polución por aceites y derivados del petróleo, productos químicos, sustancias peligrosas en forma envasada, aguas residuales y vertidos de basura.
En 1978 se adoptó un nuevo Protocolo Marpol, incluyendo nuevas regulaciones, preveyendo y minimizando la polución desde los barcos, incluyendo seis annexos técnicos, de las que destaca el Anexo V, donde se especifican las regulaciones para la Prevención de la Polución por Basura desde los barcos. La basura vertida desde los barcos puede ser tan dañina y mortal para la vida marina como puedan serlo los derivados petrolíferos.
El mayor daño proviene del plástico, que puede flotar durante años. Peces y mamíferos pueden en muchos casos confundir plástico por comida y pueden enredarse en bolsas, envoltorios, y otros, incluso anillas de plástico para soportar latas de refresco o cerveza. Ello les puede llevar a una muerte casi segura. La foto de esta Gaviota real (Sterna maxima) enredada en una bolsa de plástico es una buena, y triste muestra de ello.
Está claro que una parte de todos estos desechos plástico proviene de las playas, de veraneantes que abandonan sus basuras en la arena, o pescadores que lanzan al mar restos plásticos, o desde el sistema de alcantarillado de las ciudades, que va a ríos o directamente al mar. Pero en algunas areas, estos vertidos plásticos proviene también de barcos que prefieren lanzar por la borda estos desechos plásticos que hacerlo en puerto, en un punto de recogida autorizado, para su posterior reciclaje.
Durante muchos años, mucha gente ha creido que los mares y oceanos eran capaces de absorver toda la basura que se lanzaba, pero por suerte, esta actitud ha cambiado desde que hay un mayor conocimiento y conciencia medioambiental. Muchos productos pueden degradarse en el mar, sí, pero este proceso puede tardar meses o años, y mientras permanecen en el mar, pueden matar muchos animales. Veamos la siguiente tabla:
Tiempo que necesitan estos objetos para disolverse en el mar
|
|
Ticket de autobús de papel | 2-4 semanas |
Ropa de algodón | 1-5 meses |
Cuerda | 3-14 meses |
Ropa de lana | 1 año |
Madera pintada | 13 años |
Lata de metal | 100 años |
Lata de aluminio | 200-500 años |
Botella de plástico | 450 años |
Fuente: Hellenic Marine Environemnt Protection Association (HELMEPA)

En 1973 la Convención Marpol buscó eliminar y reducir la cantidad de basura vertida en el mar por los barcos. Bajo el Anexo V de la Convención, se entiende como vertido de basura contaminante, todo tipo de alimento, basura doméstica y derivada de operaciones del barco, excluyendo los restos de pescado generados durante las operaciones que se producen en los barcos, ya sean de forma contínua o periódica.
El Anexo V prohíbe cualquier tipo de vertido plástico al mar y restringe, de forma muy severa, descargas de cualquier otro tipo de basura desde los barcos en las aguas costeras y otras «zonas especiales».
El Anexo V también obliga a los Gobiernos a asegurar la provisión de instalaciones en los puertos y terminales para la recepción de basura.
Las «zonas especiales» establecidas en el Anexo V son:
- el mar Mediterráneo
- la zona del mar Báltico
- la zona del mar Negro
- la zona del mar Rojo
- las áreas de los golfos
- el mar del Norte
- la zona caribe y antártica
Estas son las áreas que tienen una problemática particular por el tráfico intenso de barcos, o el poco intercambio de aguas causado por la geografía del terreno.
La implementación y el refuerzo del Anexo V se basó en la nueva Regulación 9, adoptada en 1995, la cual obliga que todos los barcos de 400 Tn ó mas, y todos los barcos certificados para transportar a 15 personas o más, y cada plataforma marina fija comprometida en labores de exploración o explotación del manto marino, deben tener un Libro de Registro de Basura, para anotar todas las operaciones de incineración y las basuras generadas.
La Regulación también requiere que en barcos de 12 metros o más, deben exhibirse letreros notificando a los pasajeros y tripulación de los requerimientos de la Regulación en referencia al tratamiento de residuos. Los letreros deben estar escritos en la lengua de la bandera del barco, y también en inglés y francés para barcos que viajen a otros paises o puertos de embarque.

A pesar de la entrada en vigencia del Anexo V en 1988, a pesar de las recientes inspecciones llevadas a cabo en los Estados Unidos, cada año se han producido, solo en ese país, hasta 10 Tn de basura por milla de línea de costa. Un triste record que probablemente se igualará o superará en muchas otras partes del planeta. Los objetos y productos plásticos son los más comunes entre toda esta cantidad de basura tal como puede verse en la foto de arriba, tomada en playa Kamilo, en Hawaii (EUA).
Persuadir a la gente de que no use los mares y oceanos como papelera es una cuestión de educación. La vieja idea de que el mar puede arreglárselas y embeber cualquier tipo de basura todavía prevalece en muchos lugares y culturas, por eso se requiere un esfuerzo todavía mayor para implementar las Regulaciones del Anexo V.